Mi sitio. Con un poco de todo para todos. Espero que os guste y lo disfrutéis en dosis moderadas.
miércoles, septiembre 17, 2008
La Universidad
Desde hace algunos días, antes de empezar la uni, no he escrito nada de nada. No quiero abandonar este hábito que había recuperado ahora en verano, porque me iba bien y quiero seguir adelante... Me organizaré para poder escribir, hacer cosas en Internet y además mantener el listón en los estudios (mucha gente lo hace, no seré menos).
Tal vez pueda contaros pronto algo sobre alguna de mis actuales obras en proceso. Pasad de vez en cuando por aquí (como soléis hacer los que sois más habituales) y me esforzaré para que encontréis novedades a menudo.
Saludos a todos.
jueves, septiembre 11, 2008
Escribiendo de nuevo
Uno es de la segunda obra que comenté hace poco. Por decir algo sobre la trama -cosa que no hice en la última mención al respecto- os cuento que el protagonista es un adolescente llamado Joseph que descubre que tiene el poder de la videncia, un don que le revela algo muy importante para el mundo. Por el momento es un borrador inconcluso que estoy reescribiendo poco a poco. La versión "beta" está muy mal escrita y hay mucho que pulir, así que me lo estoy tomando con calma para corregir las 10.200 palabras que tengo pendientes de revisión.
El otro proyecto es más curioso aún. Se trata de una idea que me vino de repente (igual que me sucedió con "Café para dos") y que plasmé enseguida en el ordenador. Lo curioso de este proyecto es que, para escribirlo, escucho música de Marilyn Manson: me inspira a la hora de escribir esta historia. De momento no tiene título y la trama gira en torno a un poema llamado "La Sonata Glacial" y un joven adinerado que sufre brotes de locura mientras espera la llegada de una importantísima carta... Hasta aquí puedo contar porque ni yo mismo sé lo que viene después.
Esto es todo de momento.
Saludos.
sábado, septiembre 06, 2008
"1984" de George Orwell

Lo compré en Londres, edición Penguin (muy buena editorial para clásicos de bolsillo) en inglés. He tardado mucho en leerlo porque este verano ha sido de escasas lecturas -por no decir ninguna; este libro es el primero que termino desde el mes de junio-, pero en los últimos días me he leído la mitad a una velocidad vertiginosa en comparación con los meses anteriores.
El libro es increíble, una auténtica joya literaria. Una utopía en la que la ignorancia se acepta por el pueblo de forma consciente e inconsciente a la vez, donde no existe privacidad ni libertad ni criterio ni espíritu revolucionario ni conciencia propiamente dicha; una utopía donde los pocos rebeldes que hay se camuflan como mejor pueden entre las ovejas temerosos de ser descubiertos (hecho que, ellos lo saben, siempre ocurre, tarde o temprano).
La historia se centra en el caso de Winston Smith, un miembro de El Partido dirigido por Gran Hermano (para quien no lo sepa, el reality show está inspirado en esta novela, en la que la gente está constantemente vigilada en todas partes mediante "telepantallas") que sueña con la posibilidad de que el mundo cambie y de que la autoritaria y destructiva entidad que gobierna Oceania se desmorone y de paso a una civilización real.
La prosa de Orwell es, generalmente, sencilla. Muy bien redactada y fácil de entender, con una estructura muy cuidada y unas descripciones y comparaciones tan precisas que puedes saber exactamente cómo es lo que se describe. Maneja muy bien el desarrollo tanto de la historia como de los personajes y su crítica (sátira) a los sistemas totalitarios es simplemente magnífica. Si hay algo que deba criticar como "malo", en todo caso diría que el final es un poco soso (es un final muy bueno, pero me dio la sensación de que podía haberlo redactado de una forma un poco más apoteosica y habría quedado mejor).
De este autor sólo he leído este libro y "Rebelión en la granja" y ambos libros me encantaron (el segundo lo leí en el colegio hace ya algunos años y, cuando se explicó en clase cada componente de la alegoría me quedé impresionado). Recomiendo ambos a todo el mundo, no tienen pérdida.
lunes, septiembre 01, 2008
Algo que nunca había considerado...

Dije en su momento que no tenía ninguna intención de leer los libros de Eragon. Los motivos eran diversos: por un lado me parecía literatura fantástica "mala" publicada sólo porque el jovencito autor tenía la suerte de tener padres editores; por otro lado me parecía un intento de algún soñador por imitar "El señor de los anillos" o algo parecido.
Sin embargo, llegados a este punto, retiro mis comentarios. En primer lugar porque no me he leído los libros y no tengo una buena base para afianzar mi criterio, y no me gusta ser un charlatán (aunque acabo de pecar de ello, perdonadme). En segundo lugar, mi tía acaba de volver de un viaje a Frankfurt y me ha traído los dos primeros volúmenes de la saga en alemán.
Se llaman "Eragon: Das Vermächtnis der Drachenreiter" y "Eragon: Der Auftrag des Ältesten" ("Eragon" y "Eldest" en español respectivamente). Las ediciones que ha traído mi tía me han motivado mucho para leerlos y, además, al estar en alemán me pica más la curiosidad porque tenía ganas de leer algo en alemán para no perder el idioma que llevo tantos años estudiando.
Sin embargo, está en cola. Por delante hay cuatro libros: "1984" (todavía, U_U ), "El círculo Kéano", "El principito" y "Quidditch a través de los tiempos" (sin comentarios, fue un impulso irracional que no voy a discutir ahora). Llevo desde Londres leyendo 1984 y me estoy deprimiendo de ver lo poco que estoy leyendo este año. Poquísimo, en comparación con todo lo que me tragué el año pasado. Tengo que ponerme las pilas.
Sin más que decir, me despido hasta la próxima entrada.
Saludos.
domingo, agosto 24, 2008
La segunda obra

Ahora que ya he terminado "Café para dos" me voy a poner manos a la obra con mi próximo trabajo.
Hace días que terminé mi primer libro en condiciones. Todavía no lo he llevado al registro de la propiedad inteligente, ni he considerado la posibilidad de mandar manuscritos a ninguna editorial ni nada parecido: no creo que sea un libro editable. No es convencional en absoluto y, aun en caso de querer publicarlo, no lo intentaría ahora. Quién sabe: tal vez espere hasta invierno, lo relea, cambie algunas cosas más y me decida a probar suerte.
La cuestión es que, por ahora, "Café para dos" es un proyecto que empecé hace más o menos dos años y que he conseguido terminar, nada más. Sin embargo, el nuevo libro sí que viene con una meta debajo del brazo.
En esta ocasión me he alejado un poco del estilo realista que caracteriza mi primer libro y he tirado más hacia la literatura fantástica "poco fantástica". Nada de magos que tiran fuego, guerreros con espadas y universos medievales: soy incapaz de sacar adelante una historia semejante, no todavía. Mi historia transcurre en la actualidad, y la fantasía es más verosímil.
Mi nuevo proyecto se llama "El séptimo apocalipsis", empezado oficialmente el día 22 de este mes. Os iré poniendo al tanto de mis progresos.
¡Saludos!
jueves, agosto 21, 2008
Definitivamente acabada

Hace algún tiempo publiqué una entrada anunciando que había terminado de escribir mi primer libro, "Café para dos" (el segundo si contamos uno que escribí con 6-7 años que se llamaba "James, Ben y la máquina del tiempo"). Pues bien, efectivamente, estaba terminado... pero no corregido, ni pasado a limpio en el ordenador ni nada parecido.
Ahora sí. "Café para dos", con una extensión final de 45.024 palabras, está releído, corregido (aunque seguramente en un futuro vuelva a corregir cosas) y pasado a limpio. Digamos que la versión 1.0 está lista.
Os pondré al día de próximas novedades.
Saludos.
martes, agosto 19, 2008
Inspiración del momento 2: "Calor"
Noche de verano caliente y etérea.
Que arde en la cara.
Con los ojos abro la ventana. [Suave brisa que entra.]
Cualquier cosa me haría despertar en este momento en que el calor vuelve a mí cuando el viento deja de soplar. Mi rostro arde de nuevo.
Lo que toca sufrir por prolongar un poquito la sufrida vida de nuestro planeta.
Miro afuera, miro la oscuridad de la noche. Apenas veo las ventanas del edificio de enfrente.
El calor de las noches de verano logra que la oscuridad pierda su toque tenebroso.
Sospecho que por eso a Jack el destripador le iba tan bien en Londres: en verano no hace calor cuando el sol se esconde, y el miedo
~invade los corazones con más
facilidad.
sábado, agosto 16, 2008
Nostalgia (I)

Después de muchísimo tiempo sin jugarlo, he echado mano al Pokémon Edición Roja. Es un juego muy viejo de Game Boy que marcó un antes y un después en el mundo de los videojuegos y que, a mi parecer, es ya un "juego de culto" comparable a clásicos como Pac-man o Super Mario Land.
He retomado el juego porque, después de hacer limpieza en mi cuarto, he rescatado del olvido mi caja de videojuegos y, entre otros (incluyendo el "The legend of Zelda" edición NES Classics) estaba éste. Me acuerdo de cuando me lo compré; era el último de entre todos mis amigos en tenerlo y no sabía nada del juego mientras que todos se lo habían pasado ya e incluso tenían Pokémon al nivel 100.
Como podéis ver, esto es un arrebato de nostalgia, a pesar de que sólo tengo 17 años... Creo que voy a jugar bastante a este próximamente, je.
Saludos.
domingo, agosto 10, 2008
Días de cine... de bastante cine


En el puesto número 2 está "El exorcista". Sobrecogedora, una película como hacía mucho tiempo que no veía. Especialmente me gustó la actuación de la niña y del padre Carras, son geniales. La banda sonora de Mike Oldfield también es genial, por cierto.
Yo tengo un problema con las películas de exorcismos, y es que me dan más miedo del que deberían. Mi problema consiste en que tiendo a imaginar que la persona poseída va a tener ataques de rabia asesina y va a intentar matar o mutilar a alguien que se le acerque (¿cómo puede, por ejemplo, la madre acercarse a su hija poseída y arroparla por la noche como si nada, sin sospechar que la niña puede de repente saltarle encima y arrancarle la oreja de un mordisco?). De ahí que viva este tipo de películas muy intensamente.

Bueno, lo dejo por ahora. Saludos a todos.
sábado, julio 19, 2008
"Te doy mis ojos"

La verdad es que me ha gustado mucho. Me ha dejado helado, porque hay escenas en las que el guión es tan bueno que te da la sensación de que esa escena está pasando en la casa de al lado y lo oyes a través de las paredes.
En conjunto la película me ha parecido muy buena y recomendable: la violencia doméstica está enfocada de una forma poco morbosa y el conflicto se ve de una forma más "imparcial" (se intenta no mostrar al maltratador como el malo malísimo que tiene toda la culpa y que es cruel por naturaleza). Algo que, en mi opinión, está muy logrado.
Os la recomiendo a todos.
Saludos.
Aquí de nuevo...
Al fin, he vuelto de Londres. Han sido 4 semanas inolvidables en las que he conocido a un montón de gente genial y he visto y hecho cosas que me han dejado una profunda huella. Ha sido una experiencia que, vista ahora en perspectiva, no me arrepiento de haber vivido (aunque admito que antes de ir tenía mis dudas sobre si de verdad quería ir o no). Ahora, después de todo lo pasado, tengo muy claro que tomé la decisión acertada. Un saludo a todos los que habéis estado allí, porque gracias a vosotros el viaje ha sido lo que ha sido.
En fin, después de estas breves palabras, vuelvo al blog. Durante unos días retomaré mi vida normal, aunque luego me toca volver a irme a un campamento de verano. Sin embargo, intentaré aprovechar estos días para poner algún relato o algo así que escriba... Ya veré.
Termino diciendo que me alegro mucho de estar de vuelta, que por otro lado lamento haber tenido que dejar un amor platónico en Londres, que el año que viene toca California y que la vida, a veces, quieres vivirla por encima del máximo.
Saludos a todos.
sábado, julio 12, 2008
Mi actualidad
Estoy en Londres, escribiendo relatos. Éstos no son el motivo principial de mi visita a estos parajes ingleses... Digamos que estoy aquí por motivos de "futuro". Sin embargo, nada me impide sacar un rato libre que dedicar a esbozar historias en una libreta DINA5 de 1,99 libras. Tal vez debería decir historia, porque de momento sólo estoy trabajando en una (ponerme a escribir varias de golpe me da miedo por lo que a calidad del producto final respecta).
Así que aquí estoy, grabando vídeos sobre culturas urbanas para una productora independiente, asistiendo a clases de inglés con una profesora genial -de la que prefiero no hablar por no delatarme...- y preparando los textos que espero incluir en el nuevo proyecto literario de la página web "El recreo" (www.el-recreo.com). Este nuevo libro de relatos (además del de poesía, que también está en proceso) es un paso más para la difusión de una gran página dedicada a la literatura y que se expande como una reacción de bicarbonato sódico y vinagre... además de ser un pequeño paso más en mi realización como persona (ver algo mío publicado me hace mucha ilusión, aun sin tratarse de un proyecto a gran escala).
Os informaré de vez en cuando sobre el proyecto.
Un saludo a todos.
lunes, junio 30, 2008
Historias de un hombre (XII)
Por un momento, él se pone a pensar en lo mucho que ha cambiado en apenas tres días. Su actitud depresiva y pesimista frente a la vida parece quedar atrapada en las redes borrosas del pasado incierto e irrelevante, todo lo malo de su anterior vida parece banal comparado con el cúmulo de sensaciones que lo invaden ahora, todo lo bueno de entonces se suma a lo bueno del presente… No podía haber forma mejor de hacer borrón y cuenta nueva.
Finalmente decide esperar a que ella se despierte; le sonríe y le da los buenos días con un tierno y lento beso en la boca, que se prolonga durante un minuto. Poco después, ella se viste y prepara café mientras él se ducha y se viste. Después de tomar el desayuno juntos, se despiden nuevamente con un beso en la puerta del piso y ella se va al trabajo mientras que él se queda en casa haciendo la cama y recogiendo las llaves antes de ir a la ferretería.
Sam ya está allí cuando llega, pero no le dice nada por llegar tarde; diez minutos no son nada para Sam. Nada en absoluto. La mañana transcurre con normalidad hasta que llega la hora de volver a casa para comer. En vez de eso, él se acerca a una cabina telefónica y, con unas cuantas monedas del dinero que le sobra de la cena y los dólares sueltos llama a un número de teléfono. Una voz de mujer contesta después de dos tonos de marcado.
-Sí, ¿quién es?
-Hola, soy yo.
-Vaya…- dice ella sin demasiado entusiasmo.
Él se queda callado durante unos segundos. Cuando ve que el saldo disponible baja de nuevo, se decide a seguir hablando.
-Llamaba sólo para saber cómo está ella. ¿Va todo bien?
-…Sí, está perfectamente, no te preocupes. Todo va bien.
-¿Qué tal está?
-Es feliz.
Nuevamente, los dos se callan. Ella vuelve a hablar.
-Lo siento, pero tengo que irme.
-Descuida, lo entiendo.
-…Gracias por llamar. Me alegro de que te acuerdes de ella.
-La quiero mucho.
Ella no contesta. Suspira desde el otro lado de la línea y, de repente, cuelga. Él no dice nada. Simplemente sonríe. Las cosas han ido mejor que la última vez. Finalmente, sale de la cabina y se dirige a la estación de autobús.
-FIN-
Bueno, espero que os haya gustado mucho el relato. Muchísimas gracias a todos por seguirme durante todo este año que ha durado la publicación de las historias de este hombre y espero que sigáis leyendo mis nuevas aportaciones al blog.
Saludos.
miércoles, junio 18, 2008
Relatos y Londres
¡Saludos!
jueves, junio 12, 2008
Historias de un hombre (XI)
Saludos a todos y perdón por las molestias.
Cuando eres un cuerpo desnudo que está junto a otro cuerpo en igual situación, ambos tumbados en una cama y uno encima del otro… ¿acaso importa el resto del mundo? Él no tiene espacio en su mente para otra cosa. Ella, la verdad, tampoco. Hay que dejarse llevar.
Desde la entrada del dormitorio, unos vaqueros y unos zapatos de tacón observan como ella contesta una intensa mirada con otra igual; todo se responde en el perímetro delimitado por el colchón: besos, caricias. Un gemido discreto y muy sensual desata sentimientos incontrolados del mismo modo que un fuelle gigantesco es capaz de avivar el fuego de una caldera.
Desde la cómoda donde normalmente él deja –o al menos dejaba- el dinero con el que llegar a fin de mes, una camisa de hombre ve cómo dos personas se funden en un solo ser, un ente con cuatro ojos, cuatro orejas, cuatro pies, dos bocas, dos lenguas, dos caderas, muchos dientes, muchas hormonas, mucha saliva, mucho sudor (no un sudor desagradable, sino uno que puede llegar a parecer aromatizado debido a la situación),… mucho “mucho”.
No es una ocasión para un “te quiero” digno de cualquier película romántica (preferiblemente hollywoodiense); el turno del sentimentalismo llegará dentro de varias horas, cuando el sol empiece a iluminar la habitación y uno de los dos juguetee con el pelo del otro que aún duerme. De momento sólo se aceptan los “bésame” como únicas expresiones capaz de fusionar el amor y el sexo… Y se besan, se besan con ansia, como si el mundo y a estuviera a punto de acabarse y en apenas segundos el techo fuera a derrumbarse sobre la cama, se acarician, él acaricia su cuello con la mano y luego la desliza por el pecho, marcando el camino que trazan sus dedos con los labios, por el abdomen, explayándose con el ombligo y, finalmente, con el borde elástico de la ropa interior.
Ella le ayuda, se lo pone fácil para terminar de desnudarla. Apenas unos segundos después, la ropa interior de los dos yace sobre el suelo, junto a la cama, a poca distancia de los zapatos. Él la coge por la cintura, se desliza entre sus piernas, la mira con deseo y ella lo mira y asiente; sólo entonces él da un paso más, un paso por el cual ella abre primero los ojos debido al dolor y los cierra después cuando la sensación se transforma en placer. A partir de ese momento se inicia un vaivén rítmico, lento al principio y más rápido después, cada vez más vertiginoso y acelerado, hasta el punto en que la cama empieza a resentirse y se mueve al compás de los cuerpos unidos entre las sábanas, los gemidos y la respiración entrecortada.
Y, cuando los ríos de la adrenalina y la pasión desenfrenada vuelven a su cauce, él la abraza y le apoya la cabeza contra su pecho; ella sonríe, se siente muy cómoda, protegida, querida. Ambos se duermen acariciándose con suavidad. Una suavidad que se apaga sutilmente, dejándolos en brazos de Morfeo hasta el amanecer.