lunes, enero 04, 2010

Concierto de Muse en Barcelona, día 24/11/2009


El segundo gran concierto de Barcelona fue el del martes por la noche en el Palau Sant Jordi. Estuvimos haciendo cola desde por la mañana (salimos del hostal, compramos comida para todo el día y nos sentamos a coger sitio en la cola), y mereció la pena, porque finalmente logramos ver el concierto desde las primeras filas (yo, que me quedé más adelantado que el resto, acabé en cuarta fila, más o menos).
Los teloneros de Muse fueron Biffy Clyro, que tocaron en su mayoría temas de los dos últimos discos (a excepeción de un tema del antepenúltimo disco, “Infinity land”)... Prácticamente no me sonaba ninguno, excepto un par que escuché haciendo cola con el iPod de Dani. Tocaron, si no me equivoco, durante poco más de media hora. No me extraña, después de todo, porque había que ver el escenario preparado para Muse.
Para empezar, los teloneros disponían de un espacio muy pequeño del escenario para tocar porque la mayor parte estaba ocupada por 3 inmensos rascacielos de LEDs, además de muchos juegos de focos y luces para hacer la performance aún más apoteósica. Después de terminar la actuación de Biffy Clyro, pudimos ver cómo ultimaban la preparación del ostentoso decorado (subieron a los técnicos de luces con cuerdas hasta los focos de la parte superior y todo).
Y, finalmente, el grupo empezó a tocar; cada uno subido a uno de los rascacielos, cuya mitad inferior era una plataforma sobre la que estaban los músicos (estas plataformas subían y bajaban y también podían girar).
El setlist fue el siguiente:

-Uprising
-Resistance
-New born
-Map of the problematique
-Supermassive black hole
-MK Ultra
-Interlude
-Hysteria
-Nishe
-United States of Eurasia
-Feeling good
-Guiding light
-Helsinki Jam
-Undisclosed desires
-Starlight
-Plug in baby
-Time is running out
-Unnatural selection
(bis)
-Exogenesis: Symphony Part 1 (Overture)
-Stockholm syndrome
-Knights of Cydonia

Este setlist dura poco menos de hora y media, aunque con las improvisaciones de algún final de canción se alargó un poquito más. Al acabar, salimos pitando para llegar al último metro que llevaba a la estación de autobuses para volver a Valencia.


Por un lado, el concierto estuvo genial. Tocaron muchos temas que me encantan (me gustó especialmente “Map of the problematique”, que me emocionó hasta límites insospechados) y, muy importante, tuve la posibilidad de verlos de cerca en un estadio lleno a reventar.
Sin embargo, hay varios aspectos que me obligan a “bajarle la nota” al concierto. En primer lugar, aunque el decorado era impresionante, me disgustó que las actuaciones del grupo cada vez son más “espectáculo” que “concierto”. El cantante, Matthew Bellamy, parecía un poser, con sus gafitas con luces que tiró al público o sus gestos megalómanos. La voz estaba bastante enmascarada en algunas canciones por la música, formada en parte por pistas reproducidas (por el “cuarto miembro” del grupo, que estaba escondido y que nunca forma parte real del conjunto). Y, lo peor de todo… no tocaron ninguna de mis dos canciones favoritas, “Citizen erased” y “Micro cuts”. Lo cual me dolió un poco, especialmente si tenemos en cuenta que “Citizen erased” es mi canción favorita de todos los tiempos.
El grupo al que yo quería ver dista bastante de lo que vi. Vi un gran espectáculo que, como espectáculo, estuvo genial… pero me queda la espinita de ver a un Matthew Bellamy enloquecido, tocando la guitarra de forma frenética y acompañado exclusivamente del genial bajo de Chris y la batería de Dom.
Aun así, haciendo balance… Disfruté. Es de mis grupos preferidos, les vi en vivo (y bien), tocaron muchísimas canciones que me encantan… y consiguieron emocionarme. Fue un gran espectáculo.
Después de este concierto, me he percatado de una cosa: he visto en vivo a todos mis grupos favoritos. Radiohead, Muse, Oceansize y Porcupine Tree (me falta Nirvana, pero eso es algo imposible). No puedo quejarme, en realidad.

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