viernes, febrero 29, 2008

"Entre dos aguas" de Rosa Ribas


Este es uno de los últimos libros que me he leído y, a juzgar por mis recuerdos, es el primer libro de género negro que leo en mi vida (quitando los de Preston/Child). El libro me ha dejado muy sabor de boca ahora que ya me lo he terminado y me gustaría comentarlo un poco más en profundidad para ver si así a alguien le interesa y se lo lee.

La trama del libro sigue la línea de una novela negra: un caso por resolver (un gallego ahogado en el Meno), un círculo de sospechosos y una comisaria que tiene que hallar al culpable con ayuda de sus compañeros. Rosa Ribas va, sin embargo, un poco más lejos de esta estructura y se adentra en el tema de la binacionalidad y la emigración (la protagonista, la comisaria Cornelia Weber-Tejedor, es mitad alemana y mitad española). Cornelia se verá envuelta en un caso que la involucrará por completo debido a la presencia de su madre y de toda la comunidad emigrante española, lo que crea situaciones atípicas en estos libros que resultan muy interesantes.

La constelación de personajes no es particularmete compleja (Cornelia y su familia, la familia de la víctima, el personal de la comisaría,...) pero todos tienen sus peculiaridades. Mi personaje favorito es Leopold Müller, pues es el claro ejemplo de policía aplicado y servicial que sabe agradar a sus superiores sin ser presuntuoso ni empalagoso, lo cual le da una personalidad muy caracterísitica. Aunque el retrato de Müller puede parecer muy arquetipo (como el de otros personajes, véase Juncker), pero los personajes de mayor relevancia tienen un aspecto mucho más único (como la nariz de la comisaria que la acompleja) que hace que conocerlos a lo largo de la obra sea hasta cierto punto intrigante.

La estructura de la obra es más bien peculiar, en lo que respecta a la evolución de la intriga. El libro se centra mucho en la vida de la protagonista y en su conflicto de identidad, de modo que la investigación es más bien lenta y poco productiva hasta el último tercio de la obra (las últimas 100 páginas son vertiginosas). Esto tiene sus pros y sus contras: lo bueno es que, cuando parece que el libro se va a acabar y que el caso no quedará resuelto del todo, la trama se agiliza y te engancha; lo malo es que, en mi opinión, acaban faltando unas 10-15 páginas para desarrollar la escena final de "descubrir al criminal", ya que todo se resuelve de forma muy rápida (eso sí, sin dejar cabos sueltos). Aun así, el final no es malo; puede que un poco corto, pero a mí me dejó igualmente con muy buen sabor de boca.

Conclusión: "Entre dos aguas" es un libro que merece la pena leer. Es una buena novela negra que sabe fundir perfectamente una trama estándar con un elemento innovador que resulta muy atractivo y que enriquece el texto muchísimo. Una forma recomendable de invertir 15€.

Saludos.

viernes, febrero 22, 2008

Historias de un hombre (VIII)

La mañana se pasa rápido y él vuelve a casa en autobús, como de costumbre, para comer allí y volver al trabajo por la tarde. Durante el recorrido, se fija de vez en cuando en algún restaurante que ve desde la ventanilla y que llama su atención, aunque no lo hace con demasiado entusiasmo; el sitio no es lo que más le importa… De hecho, está seguro de que a ella tampoco le importa tanto como podría llegar a parecer.

Al llegar al bloque de apartamentos, le parece verla entrar en su piso mientras él sube las escaleras. Lástima; si hubiese llegado un poco antes, quizás se habrían cruzado. De todas formas, él tiene hambre, así que sube a casa para comer algo. La nevera ruge más que su estómago: está casi vacía, excepto por la acostumbrada gran botella de plástico de leche. Se prepara lo que puede con la comida que queda sin comerse demasiado la cabeza: el día le ha ido lo suficientemente bien como para no querer atormentarse con las desgracias constantes que le depara la vida… por mucho que éstas sean cada vez más escasas.

Por la tarde, lo mismo de siempre: viaje en autobús hasta la ferretería y varias horas de trabajo con Sam. En cierto modo, el ferretero le parece un poco misterioso: muy a menudo, la envidia que le inspira le hace preguntarse cómo es posible que alguien sea tan inmensamente feliz a pesar de la sociedad que los rodea. Sin embargo, tampoco le da mucha importancia a esto: en cuanto empieza a pensar sobre ello, Sam hace algún comentario de los suyos y él sonríe, olvidando por completo en qué estaba pensando. Además, le encanta ese hombre: mejor cuanto más conserve ese optimismo que desprende.

Lo cierto es que, de repente, tiene muchos motivos para sentirse feliz. Sin ir más lejos, Sam empieza a considerar la posibilidad de hacerle un pequeño aumento de sueldo, porque las condiciones del contrato propuesto para el anuncio del periódico le parecen insuficientes. Él dice que no hay prisa; con tal de tener dinero para pasar el mes, de momento tiene bastante (aunque sabe que al final su jefe se saldrá con la suya).

Cuando cierran ese día por la tarde, los dos se van con una sonrisa en la cara. En el autobús, él piensa en ahorrar: quiere comprar algunas cosas para su casa, como un ordenador y un reproductor de MP3 (o un MP4, ¿por qué no?); hace mucho que no escucha música de sus grupos favoritos, como los Beatles, los Rolling Stones o los Ramones. Además, no estaría de más que aprendiese a manejarse con un ordenador.

Después de un aburrido y rutinario viaje en autobús, llega por fin a casa. Sube las escaleras, abre la puerta, se bebe media botella de leche de un solo sorbo y va al baño a orinar. Después de lavarse las manos va al dormitorio, donde abre el armario y empieza a rebuscar entre su escaso vestuario para ver qué puede ponerse para la cita de esa noche…

Continuará...

lunes, febrero 18, 2008

Sesión de lectura con Rosa Ribas, 18/2/2008


De acuerdo a lo que me dijo Rosa esta mañana de lunes cuando la vi por primera vez en mi colegio, siempre llueve cuando ella visita una ciudad. Valencia no ha sido una excepción y el cielo se ha cubierto con una densa capa de oscuros nubarrones que nos han acompañado durante todo el día.

Después de un par de breves encuentros durante los recreos, conseguí estar con Rosa antes de la hora de comer (aproveché para hacerle una entrevista para la revista del colegio por petición de un profesor) y pude charlar con ella durante un rato que, personalmente, se me hizo muy corto (tal vez por la ilusión de que esta era la primera "kedada" que hacía con alguien de El Recreo, por muy íntima que fuese). Después de la entrevista he hablado con Rosa de "Café para dos" entre otras cosas; espero terminar de corregirlo pronto, pues estoy muy interesado en su visión crítica del libro.

Rosa me trajo de la presentación de Barcelona un ejemplar de "Tiempo de recreo" firmado por muchos de los autores, todos ellos conocidos del foro. Muchas gracias a todos por la firma, es un gesto muy bonito que me ha gustado muchísimo.

A las 20:00 empezó la lectura en el aula de música. El ambiente fue muy íntimo y recogido -cosa que me hizo sentir un poco mal, porque de la ilusión que llevaba todo el día me había esperado que fuese más gente- pero, a la hora de la verdad, creo que esto fue incluso más satisfactorio que si el público hubiese abarrotado la sala, porque amenizó mucho la reunión.
Rosa, junto con su marido y otro colaborador, leyeron tres fragmentos de "Entre dos aguas" (del cual compré un ejemplar que ya reposa en mi escritorio, al lado de mi cama, justo debajo de "Tiempo de recreo") tanto en español como en alemán. Rosa estuvo fantástica: demostró muchísima soltura en ambos idiomas y una eufonía muy agradable en su oratoria, lo que invitaba a escucharla (convirtiendo el evento en una experiencia mucho más agradable que aquella sesión de lectura con Daniel Kehlmann). La sesión se prolongó durante dos horas y, después de que me firmase los ejemplares de los libros y me hiciese con ella un par de fotos, me despedí inmensamente agradecido por el rato que pudimos compartir y por la grata experiencia de conocer a una autora prometedora con una carrera literaria de bases ya asentadas y muy simpática en persona (cuando lea esto espero al menos conseguir arrancarle una sonrisa).

Muchas gracias por este lunes, Rosa, de todo corazón: sin duda ha sido el lunes gris y lluvioso que más me ha gustado de los muchos que he vivido.

(Antes de despedirme, me gustaría decir que mañana publicaré la parte de este mes de "Historias de un hombre")

Por último, quiero también mencionar brevemente mis últimas lecturas: terminé "La fuente de la edad" de Luis Mateo Díez ayer, empecé hoy de madrugada "El niño con el pijama de rayas" de John Boyne, lo terminé esta tarde y ya he empezado a leer "Tiempo de recreo"; creo que nunca he devorado libros con tanta rapidez, pero me he empapado bien con ellos.

Saludos a todos y un abrazo para Rosa.

lunes, febrero 11, 2008

Pequeño apunte

Hola.

Saludo brevemente porque tengo que dormir: esta semana estoy haciendo el Abitur o selectivo alemán y estoy muy tiquisimiquis con las horas de sueño y demás.

Hago esta escueta incursión para decir únicamente que publicaré la parte de "Historias de un hombre" de este mes la semana que viene, cuando me haya quitado los exámenes de encima.

Gracias por vuestra paciencia y comprensión.
Saludos.

jueves, febrero 07, 2008

"El psicoanalista" de John Katzenbach


Buenas a todos.

Después de un tiempo sin hablar sobre mis últimas lecturas, os voy a comentar las últimas actualizaciones de mi lista. De "Corazones de la Atlántida" me gustaría decir simplemente que me ha gustado mucho y que, para ser el primer libro de King que me leo me he llevado una muy buena impresión. Tengo ganas de coger alguno de sus clásicos como "Cujo".
Sin embargo, con el que quiero centrarme de verdad es con "El psicoanalista".

Para los que no lo sepan, empecé a leerme este libro hace mucho tiempo en el ordenador. Me gustaba muchísimo y lo leía al mismo tiempo que otros dos libros... Pero, lamentablemente, tuve que formatear el ordenador cuando sólo me había leído la mitad y no lo volví a descargar, así que ahí me quedé. Esta vez me lo compré por Reyes y, una vez lo empecé, lo leí del tirón.
El estilo de John Katzenbach es muy atractivo pero a la vez muy cargado: dan ganas de leerlo, aunque a veces te da la impresión de que no hacía falta hacer tal o cual descripción o comentario. Por suerte, se trata de una prosa que, aunque muy ornamentada, no cansa; ahí es donde reside el mayor encanto del libro.

Por otra parte, no hay que olvidar la trama. Es muy buena e interesante, además de increíblemente adictiva. El típico libro que, después de hojear las primeras 10 páginas, te hace sentir la obligación de adquirirlo y fumártelo de golpe. Genial.

Os lo recomiendo a todo el mundo.
Saludos.